Liam Gallagher, Beady Eye y las migajas de Oasis
En este 2014 se cumplen 20 años del primer álbum de Oasis, 'Definitely Maybe'. Aquel disco fue uno de los pilares de lo que se denominó Brit-pop, el último gran movimiento musical-juvenil antes
de la revolución que supuso internet. A muchos les gustaría poder
celebrar el aniversario con una reunión del grupo de Mánchester, pero la
posibilidad se antoja un tanto remota (tampoco hay que olvidar que el
FIB conmemora su 20 edición, ojo), debido a que los dos elementos
principales de la ecuación, los hermanos Gallagher, siguen peleados
desde la abrupta disolución del grupo en 2009. Así que la única opción
para esos fans es intentar conseguir unas migajas de Oasis de alguno de
los Gallagher, como ha sucedido este miércoles en el concierto en Madrid de Beady Eye, el grupo de Liam.
El más guapo de los dos cejijuntos hermanos sostiene, con su habitual tendencia a la bravata que las canciones de su nueva banda les dan mil vueltas a las de Oasis. El tiempo será el mejor juez para esta afirmación, pero, por lo pronto, el público de la Riviera ha respondido enloqueciendo en 'Wonderwall' (acaso la canción más cantada con guitarra en las acampadas de la segunda mitad de los 90), primero, y con 'Cigarettes and Alcohol', después. Dos temas compuestos, curiosamente, por Noel, que recuerdan quien llevaba la voz - si no cantante, sí compositora- del extinto grupo.
No hay que olvidar que Liam no escribió una canción para Oasis hasta el cuarto disco, 'Standing on the shoulders of giants' (2000), y que en Beady Eye se apoya en sus compañeros de la última formación de Oasis, los guitarristas Gem Archer y Andy Bell (ex componentes de Heavy Stereo y Ride, respectivamente, y espectadores el martes del partido de copa entre el Real Madrid y el Atlético). Con ellos ha escrito las canciones de 'Different gear, same speeding' (2011) y el reciente BE (2013), que se dejan escuchar, aunque, definitivamente, no pasan la prueba del directo.
Porque, dejando a un lado la clásica actitud de Liam sobre el escenario (una mezcla del complejo de superioridad de Paul Weller con la torpeza simiesca de Ian Brown, más las habituales amenazas a algún componente del público, movimientos desorientados cuando no apoya los incisivos en el micro y, en esta ocasión como novedad, una camiseta de la selección española agarrada en la mano en todo momento, igual que Linus de 'Charlie Brown'), la interpretación de las canciones es gris y plomiza, con momentos en los se ve claramente que Bell, Archer y Gallagher preferirían estar haciendo cualquier otra cosa ('The world's not set in stone') y otros más formularios, como el arranque inicial con 'Flick of the finger', 'Four letter word', 'Soul love' e 'Iz rite'. Sólo al final, tras 'The roller' y a partir de 'Start anew', un amago de psicodelia con 'Bring the light' y 'Wignwam', que precedió al bis con el 'Gimme shelter' de los Rolling Stones.
Una hora y buenas noches. Los asistentes al concierto del grupo en Barcelona este jueves ya saben lo que les espera; la única incógnita es si Liam se atreverá también a lucir la indumentaria de la selección.
El más guapo de los dos cejijuntos hermanos sostiene, con su habitual tendencia a la bravata que las canciones de su nueva banda les dan mil vueltas a las de Oasis. El tiempo será el mejor juez para esta afirmación, pero, por lo pronto, el público de la Riviera ha respondido enloqueciendo en 'Wonderwall' (acaso la canción más cantada con guitarra en las acampadas de la segunda mitad de los 90), primero, y con 'Cigarettes and Alcohol', después. Dos temas compuestos, curiosamente, por Noel, que recuerdan quien llevaba la voz - si no cantante, sí compositora- del extinto grupo.
No hay que olvidar que Liam no escribió una canción para Oasis hasta el cuarto disco, 'Standing on the shoulders of giants' (2000), y que en Beady Eye se apoya en sus compañeros de la última formación de Oasis, los guitarristas Gem Archer y Andy Bell (ex componentes de Heavy Stereo y Ride, respectivamente, y espectadores el martes del partido de copa entre el Real Madrid y el Atlético). Con ellos ha escrito las canciones de 'Different gear, same speeding' (2011) y el reciente BE (2013), que se dejan escuchar, aunque, definitivamente, no pasan la prueba del directo.
Porque, dejando a un lado la clásica actitud de Liam sobre el escenario (una mezcla del complejo de superioridad de Paul Weller con la torpeza simiesca de Ian Brown, más las habituales amenazas a algún componente del público, movimientos desorientados cuando no apoya los incisivos en el micro y, en esta ocasión como novedad, una camiseta de la selección española agarrada en la mano en todo momento, igual que Linus de 'Charlie Brown'), la interpretación de las canciones es gris y plomiza, con momentos en los se ve claramente que Bell, Archer y Gallagher preferirían estar haciendo cualquier otra cosa ('The world's not set in stone') y otros más formularios, como el arranque inicial con 'Flick of the finger', 'Four letter word', 'Soul love' e 'Iz rite'. Sólo al final, tras 'The roller' y a partir de 'Start anew', un amago de psicodelia con 'Bring the light' y 'Wignwam', que precedió al bis con el 'Gimme shelter' de los Rolling Stones.
Una hora y buenas noches. Los asistentes al concierto del grupo en Barcelona este jueves ya saben lo que les espera; la única incógnita es si Liam se atreverá también a lucir la indumentaria de la selección.
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