Como nuestros lectores saben este blog no suele tratar aspectos relacionados con el club de nuestros amores en el aspecto deportivo o extradeportivo, si bien los que lo hacemos estamos al tanto de todos los desmanes y despropósitos que ocurren día si y día también, somos de la opinión de que normalmente ya suele haber otros lugares en los que plasmar lo que ocurre actualmente en nuestro amado club.
Hace unos cuantos días que llevaba dándole vueltas a realizar un artículo semejante al que os adjunto, la verdad que nos lo han dejado en bandeja y nadie mejor que Zuazua, para reflejar el sentimiento de todos los oviedistas. Sin más os dejamos con el mismo, juzguen por ustedes mismos...
Domingo. Seis y media de la tarde. El Real Oviedo salta al campo. Ni tan siquiera suena el himno. Seis y treinta y dos minutos. Las chicas del Oviedo Moderno hacen el saque de honor. Nadie les acompaña hasta el centro del campo. La megafonía no informa del porqué del homenaje hasta que se han ido del terreno de juego. Durante el partido, el árbitro expulsa injustamente a dos jugadores azules y pita un penalti que no fue. Pero nadie protesta, nadie presiona. Indiferencia total.
El Real Oviedo es un equipo en descomposición. En todos sus estamentos. La situación ha tocado fondo y son ya muchos los aficionados que no van al Carlos Tartiere para no ponerse de mal humor. Institucionalmente, el equipo vive los peores momentos de su historia. El consejo de administración es incapaz de enlazar con el sentir de la afición, que acude al campo con una mezcla de desesperación y rabia al ver en qué se ha convertido el equipo de sus amores.
En su carta de presentación de la temporada 2010-2011, disponible en la página web del club, el presidente habla de dos puntos clave para el futuro del club azul: el juicio contra el Principado y el ascenso a Segunda División. La demanda acaba de ser desestimada y la posición actual en la tabla obliga a mirar hacia abajo. Pleno al quince. El Real Oviedo se muere. Ésa es la sensación que tenemos los oviedistas.
Mientras el alcalde de la ciudad mira para otro lado, como si la cosa no fuera con él, los oviedistas sufrimos los desmanes y la falta de humildad del equipo pilotado por Alberto González que, casi cuatro años después de su entrada en la entidad, tiene el equipo exactamente en el mismo punto en el que lo cogió: coqueteando con el descenso a Tercera. Pero, eso sí, con unos cuantos millones de euros de dinero público malgastados por el camino.
¿Cuál es la solución? Lo ideal sería que apareciera alguien con dos dedos de frente que pusiera algo de cordura a esta entidad. Pero también es cierto que nadie, hasta ahora, ha dado la cara y que, mientras que no haya otra opción, esto es lo que hay. Es duro, pero no hay otra cosa. Si el Real Oviedo baja, será el fin definitivo. No habrá más. Y eso no lo podemos consentir. En 2003 salvamos al equipo de la desaparición, y ahora toca hacerlo otra vez con inteligencia y abnegación. Estamos solos: el Real Oviedo no le importa ni al máximo accionista, ni al Alcalde ni al Principado. Necesitamos de aquella unión de antaño para no desaparecer. El club no va a hacer ningún guiño a la afición. Son incapaces, lo demuestran cada día que pasa. No saben lo que significa el Real Oviedo. Mientras el Ayuntamiento no dé un paso al frente para, al menos, condicionar la barra libre que ha montado para Alberto González, no hay nada que hacer. Pero no podemos dispararnos a nosotros mismos. En esta ocasión no va a haber un ACF que nos haga despertar. O tiramos nosotros del carro, o nos quedamos sin equipo. La indiferencia es lo peor que nos puede pasar.
Y más cuando los jugadores comienzan a esgrimir ya la excusa de la presión. En Oviedo estamos curados de espanto con respecto a mercenarios del fútbol. El que no esté dispuesto a soportar lo que ellos llaman presión (Pelé dijo una vez que presión era la de los niños de las favelas de Brasil, que cada mañana dudaban de si iban a tener algo para comer), que lo diga. El equipo se ahorrará una ficha y los aficionados muchos cabreos. Uno puede entender los nervios al tirar un penalti o rematar a puerta, pero cuando en tres córneres consecutivos el equipo rival controla el balón dentro del área sin oposición, más que nervios, hay algo de guasa.
El consejo de administración se ha cargado al Real Oviedo, que agoniza. La dirección deportiva trajo nombres y se olvidó de un componente fundamental en el fútbol: el sentimiento. No hay nadie en este equipo capaz de tirar del carro. No hay nadie de la casa que pueda explicar a los de fuera de qué va esto del Real Oviedo. No hay un Diego Cervero que, con sus virtudes y defectos, pueda levantar al estadio con un único gesto. Han dilapidado el poco patrimonio que tenía el club, han formado un equipo sin personalidad y con el que es imposible identificarse, han humillado a la afición y llevan al Real Oviedo directamente a la muerte. Aunque sólo sea porque estos personajes no pasen a la historia del club como los que lo hicieron desaparecer, el Real Oviedo necesita a su afición unida con el equipo.
No podemos contar con nadie, sólo nos tenemos a nosotros. Si dejamos que el equipo baje a Tercera, se acabó. Y entonces, seguramente, algunos de los que hoy pisan el Tartiere como si nada dirán: «Ya lo dije yo en 2003», el Alcalde habrá dado por fin con una solución para el club y el máximo accionista se irá tan tranquilo a hundir otra empresa. ¿Vamos a permitirlo?
Nosotros al menos... NUNCA nos vamos a rendir.
¡OVIEDO O MUERTE!
1 comentario:
Soy un esporádico lector de vuestro blog desde la Ciudad Condal, dice ser Barcelona.
No suelo contestar nunca a ningún artículo de ningún blog futbolero, pero este artículo me ha tocado una parte pequeña de mi sensibilidad.
Por todos mis colegas de grada que tengo en vuestro club me entristece mucho ver el estado lamentable del Real Oviedo.
Por las notícias que voy recibiendo de ellos, no hubiera pensado nunca que fuera tan grave la situación.
¿Quién ha sido el culpable de ver al Real Oviedo en la UVI?
Por todos los momentos vividos por mí en varios desplazamientos a Gijón codo con codo con algunos dirigentes de Symmachiari, así como los derbys vividos en el Tartier con las consiguientes carreras detrás de los Ultra Boys y delante de los maderos, las buenas acogidas por parte vuestra en los desplazamientos de mi amado equipo RCDEspañol en vuestra ciudad, vuestro apoyo incondicional ante el arresto de varios de nosotros por el tema del monumento al Bar$a en Oviedo y un largo etc, mi solidario y querido apoyo a todos vosotros.
Y pensar que el Real Oviedo sois vosotros y nadie más, esté en Primera, Segunda o Tercera.
Un fuerte abrazo.
by G70FIRM.
"SOY RCDE, SOMOS G70".
Publicar un comentario