En la jornada de ayer nuevamente vivimos uno de esos atropellos y abusos que tanto les gusta practicar a las fuerzas del ¿orden publico?, una carga desproporcionada e injustificada provocando la detención de dos miembros del grupo sin causa alguna.
El único aspecto positivo que podemos sacar, es que parece que los periodistas van despertando y ante los continuos abusos llevados a cabo por estos energumenos, comienzan a darles "caña" en los diferentes medios; en la siguiente noticia se relata a la perfección todo lo sucedido en la tarde de ayer, donde se deja bien claro que esta vez los "malos" no han sido los temidos ultras.
Esperemos que las consecuencias para los detenidos en la jornada de ayer sean las menores, todo nuestro apoyo para ellos.
Un golazo de Jaime da una nueva victoria al Real Oviedo
lunes, 01 de diciembre de 2008
El conjunto carbayón se adelantó pronto en el marcador y supo guardar la renta, en un partido en el que tuvo varias ocasiones para aumentar la ventaja pero que acabó con los langreanos volcados sobre la meta de Aulestia buscando el empate. Lo más destacado, sin embargo, estuvo en la lamentable actuación policial en la grada, con cargas sin sentido y violencia gratuita, muy lejos de sus obligaciones.
Pedro Parana / Pedro Pascual
Langreo
Si bien el conjunto de Raúl González sumó una nueva victoria, se mostró inexpugnable en defensa y amplía a diez puntos su ventaja sobre el segundo clasificado, la actuación de los miembros de la Policía Nacional desplazados a Ganzábal fue lo más llamativo, por lo denigrante, de la tarde del domingo en Langreo. Cuando no había incidentes, los miembros de la UIP se los inventaron, cortando un cruce de insultos (absurdo y cotidiano, pero inofensivo) a golpes, sin mirar a quien se los daban ni en que medida. En lugar de prevenir, la Policía prefirió esperar a que hubiese cualquier pequeño cruce de palabras para sacar a relucir el lenguaje que parece mejor dominan, al menos viendo su exhibición en Ganzábal. Toletazos, detenciones y lo que haya pasado fuera con los dos aficionados que sacaron del campo, que no lo sabemos pero lamentablemente lo imaginamos. Tan ineptos fueron en su papel que cuando el grupo Symmachiarii quiso abandonar el campo en protesta por la denostable actuación de las “fuerzas del orden”, les hicieron esperar hasta el inicio de la segunda parte, incapaces de montar el dispositivo de salida sobre la marcha. Como para esperar su protección en caso de evacuación urgente del campo.
La salida de Symmachiarii y los hechos ocurridos hicieron reaccionar al resto de la afición oviedista, transformando su indignación en cánticos de ánimo hacia su equipo. No había coordinación y se notaba que los cánticos tenían otro ritmo que el de los más jóvenes, pero la rabia contenida hizo callar a una afición local más numerosa. Una lección que los violentos, y ayer no fueron los ultras, serán incapaces de comprender. No dan para más.
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